Rolando Sarmiento Ricart. Cuando Camilo Cienfuegos, se adelantó a la multitud que avanzaba con Fidel al frente hacia el Regimiento Número 2 “Ignacio Agramonte” de Camagüey y desarmó al traidor Huber Matos para abrir las puertas de la fortaleza militar al pueblo, la historia grabó para siempre una nueva y heroica página del valiente Comandante en el llano de Cuba.
Han transcurrido 51 años de la victoria popular contra la intentona sediciosa en Camagüey y de la irreparable ausencia física del Héroe, quien de regreso a La Habana en una frágil nave aérea bajo un cielo preñado de tormenta, desapareció en el negro firmamento para acunarse con su amplia sonrisa de niño en el corazón de la gente.
Camilo vive en quienes lo conocieron: Delgado, ágil, afable, juguetón, sonrisa limpia, sobrero alado, barba espesa y negra, camisa verde olivo con bolsillos atestados de papeles importantes…Vive, en aquellos que escucharon en su vibrante voz, cobrar vida los versos de Bonifacio Byrne: “Si desecha en menudos pedazos/ llega a verse mi bandera algún día/ nuestros muertos, alzando los brazos/ la sabrán defender todavía…”
Pero, ¿Cómo es posible que las siguientes generaciones hasta nuestros días, los niños y niñas de hoy lo sepan de memoria?
Es que la Patria, la Revolución, se ganó con la sangre y los ejemplos de los mártires y héroes surgidos del pueblo, cuyas ideas prevalecen en una historia continuada, para que jamás muere el grito mambí de: ¡Viva Cuba Libre!, por eso “…en el pueblo hay muchos Camilos “, sentenció Fidel.
Cuba, ayer acaba de conquistar otra victoria popular -con el valor y las ideas de Camilo- frente al largo bloqueo impuesto por los Estados Unidos. El Comandante en Jefe, en la conmemoración del aniversario XXX de la desaparición del Héroe de Yaguajay, expresó:
“Qué diría Camilo si de repente leyera un cable en que desde Estados Unidos se nos dice qué medidas tenemos que aplicar para ser buenos revolucionarios, buenos socialistas y buenos comunistas? ¿Qué reformas burguesas y capitalistas tenemos que aplicar para que nos consideren buenos revolucionarios, buenos socialistas, buenos comunistas; porque ahora hay dos tipos de revolucionarios, dos tipos de socialistas, dos tipos de comunistas: los buenos y los malos, según la definición del imperialismo. Y nosotros, qué honor, estamos entre los malos…
“Somos malos porque somos incorregibles, porque no hacemos lo que nos dice el imperialismo que debemos hacer, porque no nos ponemos a coquetear y a jugar con el capitalismo en este país, porque ya vimos y vivimos algunas de las consecuencias de estos juegos, y estamos curadísimos de espanto y ya de regreso de esas veleidades, y con convicciones más firmes, más sólidas que nunca; más convencidos que nunca de lo que puede el socialismo”
El 28 de octubre de 1989, las palabras de Fidel dedicadas al inolvidable Comandante del desembarco del Granma, la Sierra y la invasión rebelde de Oriente a Occidente, cobran vigencia total en el momento histórico que viven los cubanos:
“…Hoy Camilo sería feliz, y si hay pelea por delante, más feliz todavía; si hay dificultades, más feliz; si hay reto, más feliz; si quedan injusticias por subsanar, más feliz; y si se mantiene en todo su vigor la lucha heroica e histórica de nuestro pueblo contra el imperio, ¡más feliz sería Camilo!
“Hay que hacer lo que hizo Camilo en el cuartel de Camagüey: adelantarse; y tal vez nos estemos adelantando ya, o quizás los tiempos están queriendo retroceder, y nosotros no queremos retroceder “
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