!Mujeeeres!

Desde que abrí los ojos a la vida siempre he tenido en derredor una mujer, figura indispensable cual el agua y el aire que se respira. Mi madre, me enseñó a respetarlas tomándose ella misma como base material de estudio, y mi padre, siempre fue un caballero por encima de esa tremenda atracción que tenía hacia la belleza femenina y que me legó en genes y figura hasta la sepultura.

Ebullición en el asfalto


Lo más que he soportado de calor en mi vida fueron 40 grados celsios o quizá más, en Luanda , Angola. Lo sentí más que otros inquilinos de las proximidades de la Salina, porque venía aclimatado de un a región septentional donde la temperatura bajaba nueve, 10 grados y se mantenía todo el año en 14, ayudada por los interminables aguaceros y la neblina constante en medio de la Mata.


Venancio, como cambian los tiempos.

Como cambian los tiempos, siempre dijeron mis abuelos  y no era matraca de ellos. De un siglo al otro los veloces aviones parecen tortugas frente a  los supersónicos cohetes extraterrestres y los mortales misiles nucleares, y el rudimentario correo postal o el teléfono de Antonio Meucci o? Alexander Grham Bell,  serían hoy  principiantes comunicadores ante los avances logrados en la WEB, en INTERNET por Tim Berners Lee, invención que en microsegundos transmite textos, fotos, imágenes y voces de un esquimal a cualquier otro confín del mundo.