¡Al hueco, al hueco, al hueco!
Gritaron los apátridas de Miami, los Posada Carriles y compinches.
¡Que los linchen, son cubanos de allá. Que los linchen!!
Y apareció el primer hueco: No hay
Evidencias, pero es Cuba, Fidel, un pueblo…
Suficientes coincidencias.Y un nuevo hueco: Pesadas cadenas
ataron pies y manos,
Largas condenas para los cinco hermanos
Y para aquel de profundo verbo y perpetuo humor: Temor…
¡Terror!
Sí, a Gerardo Hernández, dos cadenas infinitas y 15 años y ¡al hueco!
Para que jamás vea la luz, para que le quebrante
Su salud.
Pero torturadores y terroristas no ven la luz, no sienten, no son humanos…
No advierten que de pronto florece de voces el desierto californiano,
que del hueco metálico ardiente y de hormigón armado,
CINCO hermanos en UNO cantan el himno
cubano
Y el pequeño hueco de la injusta pared
tornará en victoria el impuesto revés
Y la historia los espera, lo espera, más pronto que lejanos:
Palma real, escudo en manos, Barba de Honor…
y su esposa, Adriana, lo besará cual la primera vez
Y por todos los huecos de bárbara prisión,
entrará la justicia liberada de la sinrazón
la desvergüenza y el deshonor.
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