Libertad


Libertad
No me enredaré en disquisiciones filosóficas, psicológicas ni etimológicas de la palabra libertad que en raíz indoeuropea hasta contrapone el amor con el miedo, porque para los cubanos, para mí, posee un significado especial con ribetes de humana connotación ante la recién regreso de Gerardo, Antonio y Ramón, justo en la postrimería del año cuando se acerca el Primero de Enero.

 
Antes de esa fecha la minoría era libre en Cuba de hacer y deshacer según la voluntad de pensar y obrar bajo la égida de un país “liberado” por marines cuando a la colonia española se le había acabado la última peseta y sus soldados se replegaban en retirada, victoria inminente escamoteada a los mambises a los cuales –en 1898- no dejaron entrar en Santiago de Cuba.
 
Entonces la libertad en las escuelas se vilipendiaba y los “patriotas” que habían vendido al país eran los héroes, porque Martí, el apóstol era solo un poeta enamorado, Maceo, el negro guerrero siempre al degüello y nada más, y el viejo Gómez, un dominicano que dio la primera carga al machete en Oriente.
 
Bajo ese estrecho concepto de libertad, sin trabajo, ni derechos a la educación, la salud, al respeto ciudadano, nacieron mis abuelos, padres, nací yo, y los cubanos de esas épocas, la mayoría, resignados a esa estatus de vida que le tocó vivir, aunque la estirpe de los verdaderos patriotas de las guerras por la independencia, bajo el pensamiento martiano, se enfrentaba a las peor y más sanguinaria tiranía de la región, la de Fulgencio Batista.
 
¿Cuál era esa libertad que negaba el trabajo a la familia, las escuelas a los niños, mientras la hambruna abría las puertas de par en par a las enfermedades evitables  que ocasionaban miles de muertes en la población total?
 
En estos días cuando los que odian están rabioso por el regreso de los Cinco Héroes y el anuncio de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y piden a viva voz libertad, libertad de expresión en Cuba, donde a veces el pueblo, los más, se quejan de la demasiada tolerancia de las autoridades armadas para aquellos “asalariados” que quieren destruir la obra de la comunidad donde residen , el concepto, la realidad de ser libre, de ser cubano de esta Isla, son reconocidos por el mundo también mayoritario donde la mano solidaria de Cuba restaña heridas, calma dolores y lleva felicidad, libertad, a los hogares más recónditos del universo.
 
Para mí y los míos Libertad es amor y respeto, escucha y reflexión, no es libertinaje, al contrario, es orden y colaboración para entre todos, sin distingo de credos ni razas, prevalezca el ser humano como lo más importante de la vida, donde un mundo mejor es perfectible sin la violencia ni guerras que flagelen la libertad y la historia de nuestros antepasados.












No hay comentarios:

Publicar un comentario