Asesino subasta arma homicida

Lo que para cualquier persona sensata es aberrante, para los reyes de los “derechos humanos” y de la democracia representativa de los Estados Unidos, constituye muy normal el asesinato de un joven negro  y más común aún, que el arma homicida sea subastada en medio de un show mediático.


La noche del 26 de febrero del 2012, en Sanford, Florida, fue asesinado el estudiante  negro de una secundaria,  Trayvon Martin, y su victimario George Zimmerman, vigilante de esa comunidad cerrada, fue absuelto -así como así- en julio del siguiente año,  porque el jurado “popular”del Tribiunal de esa localidad aceptó la tesis de que había actuado en defensa propia, aunque se comprobó que el joven de 17 años vivía en esa residencia estudiantil  temporal e iba desarmado.

A lo grotesco del crimen se suma ahora que Zimmerman subasta públicamente, según el seguimiento periodístico del New Herald digital el arma asesina, una pistola Kel-Tec PF-P de nueve milímetros, ha tenido pujas superiores a los 5 000 dólares, aunque ha sido “millonarias las proposiciones dudosas” en internet. La propia publicación relega a ínfimo plano informativo que: “La familia del chico siempre ha sostenido que el crimen tuvo un origen racista…”

Acerca de la subasta macabra de Zimmerman, el New Herald publicó en Internet que él  después que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos le había devuelto la pistola homicida dijo que…” su intención era destinar parte de la ganancia para actuar contra Black Lives Matter, un movimiento surgido tras la muerte de un joven afroamericano a manos de un policía de Ferguson (Misuri) “

Más claro ni el agua, el racismo en el país “paradigma” de los derechos humanos, al margen de las  palabras de condolencia de Barack Obama, primer presidente “negro” de los Estados Unidos hacia los familiares de las tantas víctimas que se suceden , caen en saco roto de esa poderosa nación donde un arma vale más que una vida y si Black la subasta puede ser esquizofrénica.



No hay comentarios:

Publicar un comentario