Alegrías de enero

Apenas tenía 12 julios cuando este primogénito mes del año siempre nuevo y verde olivo, trajo la primera gran alegría familiar: El triunfo de la Revolución, un júbilo nacional que cumplió 54 primeros de enero hace 48 horas.

Enero y julio, !¿qué casualidad?! se hermanaron en la historia de Cuba, como en las fibras de mi vida.

El día 28 venidero, hará 160 cumpleaños, nació el apóstol José Martí, pensador y combatiente de la Guerra Independentista de 1895 a la cual entregó la valentía de sus últimos suspiros, pero su pensamiento libertario antimperialista, tergiversado u olvidado por los gobiernos lacayos del Tio Sam,  resucitaron cuando Fidel y los Jóvenes del Centenario, asaltaron  el Cuartel Moncada, para que jamás muriera en las mentes de los verdaderos cubanos.

Con el Primero de Enero de 1959, los barbudos de la Sierra Maestra, trajeron regalos duraderos de felicidad para todos los niños cubanos, cuyos padres, en número superior al millón de iletrados, carecía de trabajo y qué decir de posibilidades para educar o mantener la salud de la pobre familia.

Hoy esa verdad se revierte en los bajos índices de mortalidad infantil que exhiben todas las provincias cubanas, cualquiera de ellas a la par con naciones desarrolladas, la elevación de la calidad de vida sobre los 78 años , y qué decir de los logros educacionales, científicos, deportivos... obtenidos por esta pequeña Isla, sueños irrealizables a la altura de la ficción de Julio Verne hace cinco décadas y media, hoy realidades sostenidas que ni los más recalcitrantes detractores pueden negar a pesar del asedio imperial.

Otro nuevo Enero  caba de crecer, no ajeno a la acechanza y el acoso obstinado de nueve administraciones de la Casa Blanca, empecinadas en acallar a un pueblo valeroso que lleva en sus venas sangre martiana, maceista y fidelista.

Las alegrías de Enero no quita lo valiente Mister U.S.A.




No hay comentarios:

Publicar un comentario