Últimamente los millones de pesos que los Estados Unidos
sigue poniendo -a migajas deslumbrantes- para destruir la Revolución Cubana,
tiene entre sus destinos el “descubrimientos” de jóvenes talentos que oyen por
celulares, ven solo por INTERNET y piensan con los jugos gástricos.
Es una minoría
ofendida por los sufrimientos del período especial que solo mira “desesperada” hacia las
capitales de los países desarrollados, y creen que cualquiera puede meter la
mano en el baúl de los milagros capitalistas y hacerse rico en un santiamén.
Quizá de comunicación satelital y del último grito de la
digitalización no hay nadie que les eche un pie delante, pero de fechas y
acontecimientos históricos de su propio país poco o nada conozcan este escaso
segmento de jóvenes, empecinados en ignorar lo que verdaderamente sucede en el resto del mundo,
al extremo de creerse que un mendigo de tal país tenga el presente seguro,
cuando, por ejemplo, en Ginebra más de cinco millones de adultos deambulan desempleados y el mercado
de trabajo para los jóvenes entre los 15 y 24 años de edad continuará
deteriorándose a mediano plazo y estamos hablando de Suiza, un paraíso neutral.
Claro, si alguien va a Ginebra y busca su etimología y se
dispara un aguardientazo inglés en su nombre, podrá decir que casi está
en Francia por la proximidad geográfica, mas la realidad en muchísimas partes
del planeta, incluidos, las naciones del primer mundo es muy distinta a dónde
te lleven y lo que quieran mostrarte.
Ah, pero no se le ocurra hablar de historia con algunos
de estos “talentosos” jovencitos, porque te dejarán con la palabra en la boca,
ofendidos por el teque: ¿Qué tiene que ver el bloqueo de los Estados Unidos
contra Cuba? ¿Nada? Y entonces la sabiduría choca con la ignorancia y sale
decepcionada: ¿En qué nos equivocamos? En que yo no quiero que mi hijo pase por
lo que yo pasé, me dijo una vez mi abuelo que trabajó de sol a sol en el campo
y de madrugada como carretero para que mi papá pudiera estudiar. Por suerte
para mí tenía ocho años cuando Fidel
Castro Ruz bajó la libertad cubana desde la Sierra Maestra para que la
protegiéramos hasta hoy del mayor imperio del mundo que, ni con la invasión de la Bahía de Cochinos, Playa
Girón, pudieron pisotear la bandera de la estrella solitaria.
Lo doloroso es que
estamos hablando de jóvenes universitarios graduados en Cuba, que fueron, van
más al campismo, a la playa, a clubes y discotecas… que sus antecesores que apenas tenían tiempo
para estudiar y en vacaciones ir a la escuela en el campo, a las movilizaciones
agrícolas, esos que hoy son sus padres…”pero que va, yo le invento una
enfermedad y le busco un certificado médico a mi hijo para que no vayan a ningún lugar, ni
siquiera al servicio militar …¿la Patria? ¡Que la defiendan otros…!
Lástima que esos nuevos cursos de subversión USA para borrar la historia de Cuba y volver
al antes de 1959, no sean en escenarios reales y no virtuales, de
Centroamérica, Medio Oriente, Asia, España,
Grecia…en la Europa en crisis, incluso en los propios Estados Unidos, cuando en
diciembre pasado cientos de miles de empleados públicos fueron lanzados a la
calle mientras la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) entregaba millones de dólares a disidentes cubanos.
Hoy ante los recortes gubernamentales de Obama a los
programas sociales: vivienda, educación preescolar y beneficios nutricionales,
unos 50 millones de estadounidenses viven por debajo de la línea de pobreza en
cuanto a ingresos y 10 millones padecen pobreza extrema, en el país más rico
del planeta dedicado a asfixiar a la Isla de Cuba, cueste lo que cueste.
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