¿Quién no ha tenido algún
familiar o conocido que “infinidad” de veces le han negado la visa en la
Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba para viajar a ese gran país?
¿Cambiará la política migratoria
con la apertura de las sedes diplomáticas en ambos países a partir del venidero 20 de Julio?
¡Eso habrá que verlo, compay!,
reza la mambisa frase de Elpidio Valdés, héroe de ficción de los niños y
adultos cubanos, que no necesita “kriptonita” para alzar al mundo la hercúlea
verdad cubana.
Y lo escribo así, porque la
página digital del nuevo Herald acaba de publicar que alrededor de una docena
de inmigrantes cubanos llegados a los Estados Unidos a través de la frontera
mexicana, duermen a la intemperie en las calles en el Doral , Miami, porque la agencia Church World
Service (CWS) no le ha buscado refugio.
La citada fuente, no solo publicó
entrevistas de los desabrigados inmigrantes, sino una elocuente foto donde uno
de ellos duerme sobre cajas de cartón en un basurero. Resalta el Herald que entre
los desamparados, Zoraida Lázara Rosabal Estévez y Daniel Díaz se identificaron como doctores cubanos que
habían abandonado el programa de colaboración médica del gobierno cubano en
Brasil.
El
Nuevo Herald recogió otras opiniones de los cubanos que llegaron, precisamente
el 4 de Julio, Día de la Independencia. Antonio Mora, quien pernocta a cielo
abierto junto a otros tres cubanos, expresó: “Llegamos sin dinero ni familia
aquí”, dijo Mora. “En Cuba se dice que el gobierno de EEUU da asilo a los
cubanos” comentó el joven de 27 años que lamentó tener que esperar hasta
septiembre para su cita. “Mientras tanto tenemos que estar aquí a la
intemperie”. Otro miembro del grupo, Yurinel Fonseca, agregó que todos estaban
“muy decepcionados” con el trato que estaban recibiendo.
Los Estados Unidos han confirmado y reiterado su
compromiso de “defender” los derechos humanos en Cuba, sin cambiar la política
migratoria, incluida, la Ley de Ajuste Cubano.
El presidente Barack Obama el
pasado día primero del actual mes, cuando anunció el restablecimiento de las
embajadas a partir del día 20 de julio del 2015, aseguró que bajo relaciones
“respetuosas y cooperativas” basadas en los principios internacionales los
Estados Unidos y Cuba promoverán y estimularán “el respeto a los derechos
humano… y libertades fundamentales para todos.”
Ojalá que los “derechos humanos”
dejen de naufragar en el Estrecho de la Florida ante la negativa legal de visas
por la - hasta ahora- Oficina de Intereses USA
en La Habana y que tanto los ciudadanos estadounidenses como cubanos
viajen libremente entre ambos países, sin los obstáculos del vigente bloqueo
económico ni esa mancha en la soberanía
nacional que constituye la usurpación de un pedazo de suelo cubano en
Guantánamo, en cuya base naval norteamericana se torturan detenidos
internacionales en franca violación de
los derechos humanos.
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