Esperanza de Tínima: donde reverdece la vida

Por Rolando Sarmiento Ricart / Fotos Orlando Durán Hernández
Tomás y Juana, su tercera luna de miel.
Hay que verlo para creer que aquella casa mutilada por la furia del huracán Ike –septiembre del 2008-, sea hoy una de las casas de abuelos más lindas de Cuba, situada en el Consejo Popular suburbano Buenos Aires-Bellavista, de la ciudad de Camagüey.

Tras los vientos, el inmueble quedó como almacén de recursos materiales con destino a los propios damnificados del meteoro, hasta que la perseverante idea de Enrique Aguilar Gondar (Kike), diputado al Parlamento Cubano y presidente de ese Consejo, echó raíces, tallos y frutos en manos laboriosas de la comunidad.

COMIENZA LA HISTORIA FELIZ

“El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en una ocasión dijo: El hombre que no se apasiona no podrá hacer nada que realmente valga la pena; uno tiene que estar comprometido con lo que hace y convencido de lo que hace.
“Y eso mismo hicimos nosotros, nos apasionamos, gestionamos y sacamos los recursos del barrio, de la cooperación que brindaron las entidades enclavadas en esta demarcación”.
“Kike”, así conocen al parlamentario por cuatro Legislaturas de la Asamblea Nacional, está emocionado en el día de la inauguración de la Casa de Abuelos Esperanza de Tínima.
Sin embargo, su lenguaje mesurado -que dibujó el recuento de escepticismo, incomprensiones iniciales, adversidades salvadas, hasta llegar a los logros comunitarios-, saca toda la felicidad de los rostros ancianos que disfrutan de la instalación, y también los rojos colores de la modestia de siete trabajadores que los atienden, quienes por espacio de un año –de forma gratuita- participaron en las disímiles labores de la rehabilitación y ampliación de la edificación y sus hermosas áreas verdes.
Destacar nombres significaría cometer omisiones involuntarias, pues desde los vecinos de la calle Pacheco y sus alrededores -prestos a ofrecerles a los constructores desayuno, meriendas y otras atenciones-, hasta las direcciones provinciales de la Cervecera Tínima, la Organización Básica Eléctrica, Comunales, Medios de Propaganda, las granjas avícolas 19 y 31, la cafetería Buenos Aires, la unidad agropecuaria del Ministerio de la Construcción…pusieron el “Sí se puede” por delante, para que 25 jubilados de la tercera edad reciban, diariamente, una dieta alimentaria balanceada, permanentes servicios médicos y, lo principal, realicen sueños y profesiones en un marco familiar de mayor calidad de vida.

LOS ABUELOS TIENEN LA PALABRA

Eda Pérez Hernández: “Nuestra segundo hogar es maravilloso, es la casa más linda de Cuba y nos sentimos felices por la atención que recibimos”
Jubilado de la rama Geominera, Tomás Álvarez Castillo, no vino solo, con él comparte el nuevo oasis su esposa, Juana Suárez Rodríguez. Ambos están impresionados por la higiene, los jardines floridos y el ambiente bucólico del lugar.
“Somos felices; hay mucha tranquilidad y hemos ensanchado con nuevas amistades el reducido universo que teníamos anteriormente”, dicen.
Ramón Domínguez Cardoso,
también está satisfecho.
En estos días de enero, del triunfo de la Revolución y durante el paso de la Caravana de la Victoria de Oriente al Occidente de Cuba, son muchos y gratos los recuerdos que rondan, salen y regresan a la memoria clara de Ramón Domínguez Cardoso, otro abuelo con una historia de combatiente de la Lucha Clandestina y del Ejército Rebelde.
“Sólo el largo brazo y profundo de la Revolución hace posible obras como éstas en beneficio del pueblo, sus ancianos y niños. Me siento muy feliz por el Aniversario 51 de nuestra Revolución”.

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